El
Centro de Investigación para Familias de
Empresarios, CIFEM–BBVA del IPADE Business School
dieron a conocer los resultados del estudio
“Situación y Progreso de las Empresas Familiares
para lograr su Continuidad”, que revela que 44% de
las empresas encuestadas están en riesgo de no
subsistir debido a la acumulación de malas prácticas
que, si no se corrigen, terminarán por viciar la
dinámica familiar y propiciar la desintegración del
negocio.
No
obstante, la mayoría de las familias empresarias
buscan mejorar y revertir la situación y lograr más,
ya que el estudio indica que 24% de las empresas
participantes presentan un nivel adecuado de
progreso, mientras que 32% tienen temas pendientes
por resolver para lograr su continuidad y armonía a
mediano plazo.
Los
principales hallazgos del documento fueron
presentados por Mauricio Pallares Coello, director
de Marketing de BBVA México, Ricardo Aparicio
Castillo, director
del Centro de Investigación para Familias de
Empresarios, CIFEM-BBVA del IPADE Business School y
Alfonso Bolio Arciniega, Profesor decano de las
áreas de Factor Humano y Empresa-Familia del IPADE,
dentro de las instalaciones del Instituto.
Durante
su participación, Aparicio
consideró necesario que las empresas familiares
puedan aprender a transitar de manera exitosa por
los cambios generacionales y aumentar las
posibilidades de afianzar su continuidad en el
tiempo. “Desde el CIFEM-BBVA
buscamos crear espacios de reflexión y aprendizaje
para las familias que buscan la continuidad de la
empresa a través de las generaciones; además de
contribuir al impulso de una adecuada
institucionalización, profesionalización y
desarrollo del buen gobierno en la empresa
familiar”.
Al
respecto, Pallares comentó que la institución
financiera tiene el firme compromiso de impulsar al
segmento de Pymes y dentro de estas a las empresas
familiares al considerar que son un eje importante
para el crecimiento económico. "Para nosotros
-agregó- otorgar herramientas a las empresas
familiares con orientación, guías e información
clave a través del IPADE nos ayuda a ser cercanos
con el sector, entender sus necesidades y generar
acciones conjuntas para que estas empresas perduren
a través de las generaciones".
Por su
parte Alfonso Bolio expuso que “el cambio
generacional, y los consiguientes relevos en las
posiciones de liderazgo, están entre los mayores
desafíos para las empresas familiares. Planear y
ejecutar a tiempo la sucesión es una tarea que no
conviene aplazar. La institucionalización de los
órganos de gobierno y la profesionalización de la
empresa son elementos fundamentales en este proceso”.
Dentro
de los resultados del estudio destaca que el cambio
generacional y los consiguientes relevos en las
posiciones de liderazgo están entre los mayores
desafíos para las empresas familiares. Planear y
ejecutar a tiempo la sucesión en todas sus
dimensiones es una tarea que no conviene aplazar. La
institucionalización de los órganos de gobierno y la
profesionalización de la empresa son elementos
fundamentales en esta etapa.
Los
procesos de sucesión entre generaciones aún son el
mayor reto que enfrentan las organizaciones
familiares, sobre todo en el traspaso de la primera
a la segunda generación, aunque también de la
segunda a la tercera. Lo que sucede a menudo es que
las fórmulas aplicadas que funcionaron bien en el
primer relevo generacional no siempre funcionan en
el siguiente.
Respecto
a la perspectiva positiva sobre su futuro como
empresas familiares, 30% se coloca en un rango
óptimo que coincide con el porcentaje de empresas
que típicamente se espera garanticen su continuidad.
En contraste, 70% de las familias está a tiempo de
revertir una tendencia que se avizora en su contra.
El
estudio muestra que este ámbito ofrece una mayor
ventana de oportunidad, debido al grado de
incertidumbre que se crea alrededor del momento del
cambio de estafeta. De las familias que
respondieron, 40% está en riesgo de complicar su
supervivencia empresarial por no determinar los
tiempos del proceso ni dar certezas a todos los
involucrados.
En
el tema de la institucionalización es en el que más
riesgos se anticipan, debido a que sólo 16% de las
empresas manifiesta estar en orden en este rubro;
53% requiere trabajar intensamente en el tema, y 31%
presenta áreas de oportunidad.
Sobre
el manejo de conflictos, apenas una quinta parte de
las familias (20%) aborda los problemas de manera
oportuna, mientras que 23% pospone esta tarea y
corre el riesgo de entrar en una espiral
destructiva, y 57% se halla en una situación que
tiende a ser peligrosa, porque pueden pensar que
hacen lo “suficiente” sin que sea cierto.
Por
otro lado, el estudio muestra un avance positivo en
el tema cultural, ya que 49% de las familias
empresarias se empeña en fortalecer su cultura y
valores, mientras que solo 6% tiene dificultades
para hacerlo. El resto (45%) debe redoblar
esfuerzos.
En
cuanto al perfil de los líderes de las empresas
familiares, 58% de los participantes pertenece a la
primera generación; 31% a la segunda y 11% a la
tercera. Llama la atención el porcentaje tan bajo de
mujeres (9%) en cargos de autoridad, un área
importante de oportunidad en este tipo de
organizaciones. El 91% es liderado por hombres.
También
destaca la existencia de 45% de líderes mayores de
60 años, muestra de que, sin duda, el retiro no
depende de llegar a una edad mayor y simplemente
“irse”. No obstante, es un tema fundamental que debe
gestionarse con antelación para asegurar la
continuidad de la empresa.
El
estudio del CIFEM – BBVA, revela que pese al
contexto económico las empresas familiares
participantes reportan progreso y crecimiento en su
patrimonio en los últimos tres años, 77% indica que
han mejorado en sus ventas, 11% dice que han
empeorado y 10% que se mantiene igual.
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